La celebración del día del periodista es propicia para reconocer y agradecer la labor que desempeñan los profesionales de la comunicación, particularmente en un momento histórico en el que la avalancha de información en los medios digitales y redes sociales demanda una acción responsable y contundente para visibilizar contenidos veraces, debidamente fundamentados y que propendan al bien común.
En este contexto, cabe preguntarse ¿cómo debe ser el testimonio de los comunicadores católicos en el ejercicio de su profesión?
El presbítero Jhohan Pacheco, jefe de redacción de Vatican News señala que “el ejercicio del periodismo en su naturaleza debe estar sellado por la verdad y el propósito del bien común. Así el trabajo de la comunicación se convierte en una forma de hacer bien a la otra persona”.
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En este sentido, comenta que el mensaje anual del Papa Francisco para los comunicadores, en este 2023 es una invitación a escuchar con el corazón, que compromete de inmediato a pensar en una “comunicación cordial” desterrando las formas de odio que en el comunicar puedan agredir: escuchar con el corazón es amar al que se escucha y, lo que se comunica genere una cercanía humana que traspase los titulares, convirtiéndose en formas concretas de servicio.
El padre Pacheco refiere una frase de San Francisco de Sales “el corazón habla al corazón” y considera que esta es una característica que los comunicadores debemos reafirmar: escuchando y hablando con el corazón.
El Pontificado de la Iglesia a los comunicadores
La iglesia universal camina de la mano de los profesionales de la comunicación y persiste en el llamado a la santificación a través de su labor. Especialmente el Pontificado ha dedicado sensibles reflexiones sobre el rol de la comunicación en la sociedad. En su sitio oficial, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales refiere los mensajes de San Juan Pablo II, l Benedicto XVI y Francisco, los cuales constituyen una valiosa catequesis:
En ocasión del año jubilar de los periodistas, concedido por el papa Juan Pablo II en 2000, el Pontífice expresó: “el periodismo “debe experimentarse como una tarea en cierto sentido «sagrada», ejercida con la conciencia de que se les confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos, en particular para el bien de las capas más débiles de la sociedad: de los niños, de los pobres, de los enfermos, de las personas marginadas y discriminadas”.
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En 2009, el papa Benedicto XVI en su mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, se refirió al rol de los comunicadores ante las nuevas tecnologías, señalado “quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos”.
Finalmente, en 2021, el Papa Francisco alentó la valentía de los comunicadores: “También el periodismo, como relato de la realidad, requiere la capacidad de ir allá donde nadie va: un movimiento y un deseo de ver. Una curiosidad, una apertura, una pasión. Gracias a la valentía y al compromiso de tantos profesionales —periodistas, camarógrafos, montadores, directores que a menudo trabajan corriendo grandes riesgos— hoy conocemos, por ejemplo, las difíciles condiciones de las minorías perseguidas en varias partes del mundo (…)Sería una pérdida no sólo para la información, sino para toda la sociedad y para la democracia si estas voces desaparecieran”.
Ana Leticia Zambrano