Al término de su Asamblea Plenaria los obispos de la Conferencia Episcopal haitiana publicaron un mensaje, en vistas a la Navidad. En el mismo llaman a los poderes del Estado y a la oposición a ser autocríticos, incluso mediante sacrificios y concesiones por el “mayor bien” del pueblo.
Solidaridad con el dolor y el sufrimiento de las víctimas de la violencia, con las familias en luto, con quienes están internados en los hospitales, con quienes han perdido sus propiedades y con quienes se han visto obligados a dejar sus hogares, expresaron los obispos de Haití, en un mensaje publicado en vistas de la Navidad, al término de su Asamblea Plenaria.
El sufrimiento de los haitianos
Desde hace meses se han producido manifestaciones y protestas en el país caribeño pidiendo pedir la dimisión del presidente de la República, Jovenel Moïse. Los haitianos están afrontando además el desempleo, la pobreza, la inseguridad, la exclusión, la impunidad y la delincuencia moral, la manipulación, corrupción, represión y violencia.
En su mensaje los prelados expresan asimismo su admiración por la fe de las personas, su coraje y resiliencia, y su determinación inquebrantable por alcanzar el verdadero cambio que “debe llevar a una nueva Haití libre de los malos comportamientos que han siempre condicionado” el país y que hoy “alcanzan una intensidad intolerable”.
Manifestaciones sean pacíficas
“Estamos en un punto de inflexión decisivo en nuestra historia”, escriben los obispos, señalando que el clamor y la rabia del pueblo “reflejan su deseo de un cambio no sólo coyuntural, sino estructural y sistémico”. “Sus reivindicaciones son justas y legítimas”, afirman, a la vez que reiteran su cercanía al pueblo, pidiendo además, que las manifestaciones sean realizadas de forma pacífica “sin recurrir a prácticas inaceptables”.
Opulencia escandalosa, se necesita una solución histórica
El mensaje llama a los poderes del Estado y de la oposición a ser autocríticos, a fin de “llegar a una solución histórica”, incluso mediante sacrificios y concesiones por el “mayor bien de este pueblo”.
El texto difundido por la Conferencia Episcopal Haitiana (Ceh) recuerda la necesidad de un país que “tenga en cuenta el bien común, el bienestar de todos los ciudadanos ofreciéndoles igualdad de oportunidades”. Es inaceptable, dicen los prelados que “algunas personas se revuelquen en una opulencia arrogante y escandalosa, mientras que la inmensa mayoría de la población languidece en una miseria vergonzosa y rebelde”.