El pasado 22 de mayo en la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” en España, el sacerdote tachirense José Noé Sánchez Pineda, defendió su tesis doctoral titulada: “La declaración de la irregularidad por amencia u otra enfermedad psíquica del aspirante a recibir el Sacramento del Orden” (CIC c. 1041, 1º), obteniendo el título de Doctor en Derecho Canónico, con la máxima calificación de matrícula de honor y con la mención publicación.
El P. Noé Sánchez, del presbiterio de la Diócesis de San Cristóbal, recibió la ordenación sacerdotal en su pueblo natal Abejales el 15 de diciembre de 2001, de manos de Mons. Mario Moronta y desde entonces ha desempeñado su labor pastoral en diversas parroquias del Táchira como: San José de Colón, Santa Teresa de Jesús de San Cristóbal, San Pedro Apóstol de La Palmita, El Sagrario Catedral de San Cristóbal, Ntra. Sra. del Carmen de Pregonero y San Juan Eudes del Palmar de la Copé.
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En septiembre de 2017, fue enviado a la ciudad de Valencia, España, para cursar estudios de licenciatura en Derecho Canónico y posteriormente el Doctorado.
¿P. Noé podría compartirnos sobre su experiencia de estudios en España?
La experiencia ha sido enriquecedora tanto en lo académico como en otros aspectos. El hecho de tener la posibilidad de venir a Europa, conocer otras realidades, no solamente de España, sino de otros países, me ha permitido compartir experiencias con sacerdotes venidos de África, de América, de Asia y por supuesto de Europa. Fui enviado con el objetivo de lograr la licencia en Derecho Canónico, lo que significaba que estaría por lo menos tres años cursando estudios. Al principio no te niego que pega un poco, sobre todo porque estaba “oxidado”, ya que eran 17 años desde que salí del Seminario y había perdido un poco el “ritmo” en cuanto a lo de cursar estudios se refiere. Me ayudó mucho el hecho de haber obtenido algunas licenciaturas en el IUESTA alternando con mi labor pastoral.
Háblenos un poco sobre el Derecho Canónico
Cuando se habla del Derecho en general, se hace referencia a un conjunto de normas y principios que regulan la conducta de las personas en la sociedad, por supuesto inspirándose en la justicia y en el orden. La Iglesia, fundada por Cristo, es una “societas”, es decir una sociedad, que con el Derecho Canónico establece su ordenamiento jurídico. Lo del nombre “Canónico” se debe a que las primeras normas en la Iglesia se les llamaba “canon” o “cánones”, cuyo significado era “norma” o “medida”.
Actualmente en la Iglesia existen dos Códigos. Uno para las Iglesia latina llamado “Código de Derecho Canónico”, que fue promulgado por el Papa San Juan Pablo II en 1983 y se abrevia CIC (por su nombre en latín). El otro para las 23 Iglesias Orientales que están en comunión con el Papa, llamado “Código de los Cánones de las Iglesias Orientales” promulgado también por el Papa San Juan Pablo II en el año 1990 y que por su nombre en latín se abrevia CCEO.
El Derecho Canónico es el que rige la vida de la Iglesia determinando los derechos y deberes que tenemos los bautizados. Hay algo que quiero destacar, que el Derecho Canónico, y por tanto la Iglesia, tiene como ley suprema la salvación de las almas (salus animarum).
Con el Derecho Canónico, la Iglesia busca regular todo lo concerniente a su organización, su gobierno, los derechos y obligaciones de los fieles, los sacramentos y por supuesto las sanciones, por no cumplir las normas establecidas. La Iglesia con su conjunto de normas, también posee el llamado derecho administrativo, el procesal, el penal, el sacramental, etc. Es decir, el Derecho Canónico se divide de acuerdo a las materias que regula. Por eso en el Código de Derecho Canónico encontraremos normas diversas: las generales, del Pueblo de Dios, de las tres funciones de la Iglesia (gobernar, enseñar y santificar), de los bienes patrimoniales o temporales, de las sanciones (derecho penal) y de los diversos procesos que se realizan en la Iglesia.
¿Qué nos puede decir sobre su tesis doctoral?
Empiezo por decirte que en mis planes nunca estuvo hacer el Doctorado, porque el plan original de Mons. Moronta era que viniera a España para obtener la Licenciatura en Derecho Canónico, pero hoy día veo que los planes de Dios eran otros, puesto que fui enviado para obtener una Licenciatura y terminé con un Doctorado.
Mi tesis doctoral la elaboré sobre un tema fundamentado en el derecho sacramental (el Orden Sagrado) y en el derecho administrativo. Para recibir el Sacramento del Orden, aparte de tener la vocación, también hay que tener idoneidad, es decir tener una serie de cualidades y de condiciones tanto físicas, espirituales, morales, psíquicas, intelectuales, etc., que indiquen que un aspirante pueda recibir el Orden Sagrado. Yo me enfoqué en lo que el Derecho Canónico llama “amencia” (como concepto jurídico y no solamente científico) y por supuesto en las enfermedades psíquicas que hacen “irregular” (fuera de las normas o reglas) al candidato para recibir la Sagrada Ordenación.
Mi objetivo no era hacer un estudio psicológico o psiquiátrico, sino proponerle a la ciencia canónica un instrumento administrativo, al que llamé “protocolo”, para poder hacer el debido proceso, de manera justa, ante un indicio de irregularidad por parte de algún candidato a la Ordenación y concluir declarando la existencia o no, de la irregularidad. Vale destacar que busqué proteger la dignidad del Sacramento del Orden, la dignidad de los ministros sagrados y por supuesto los derechos del aspirante a las Sagradas Órdenes.
¿Cuáles son sus planes y proyectos luego de obtener el Doctorado?
Esa pregunta te la respondo brevemente: Yo me debo a la Iglesia y concretamente a la Diócesis de San Cristóbal. Mi plan es donde Dios, a través del Sr. Obispo Mons. Lisandro Rivas, me quiera poner, buscando la gloria de Dios, el bien de la Santa Madre Iglesia y por supuesto la salvación de las almas.
Redacción DC
