Integrar
Las Orientaciones irán en la línea de Integrar dirigentes y pueblo, mediante un proceso de formación y evangelización (Aparecida 492), para lograr la participación justa, proporcionada y responsable del sujeto social por excelencia: el Pueblo, de donde debe emerger la nueva Clase Dirigente, asegurando así la organización social y las exigencias éticas de la justicia social.
Este es el camino para conseguir una nueva convivencia humana que tanto necesita Venezuela y contrarrestar la «ausencia en el ámbito político de líderes católicos de fuerte personalidad y de vocación abnegada que sean coherentes con sus convicciones éticas y religiosas» (Aparecida, discurso inaugural, 4).
La democracia venezolana se ha visto desafiada por las necesidades de una sociedad cada vez más compleja y crítica. El proceso histórico venezolano ha llevado por derroteros en los que la exclusión, las injusticias, la polarización y la apatía, se han hecho parte y muchas veces protagonistas de esta experiencia.
El ciudadano
El proceso de deslegitimación y redefinición necesaria que han vivido los partidos políticos, requiere de la incursión de un nuevo actor en las dinámicas políticas, económicas y sociales de Venezuela, para protagonizar espacios restringidos por actores políticos, estamos hablando del ciudadano.
Un ciudadano formado en la capacidad de analizar, participar, intervenir y toma un rol determinante en la deliberación y toma de decisiones que atañen en todos los aspectos de su vida, un sujeto social con identidad y herramientas espirituales, prácticas y teóricas, que le lleven a construir eficazmente la democracia que necesita el país.
Encuentro
Motivar el encuentro con la persona de Jesús y su Iglesia, ayudará a profundizar el pensamiento político basado en el humanismo cristiano, para así poder formar la conciencia e identidad de un Discípulo Misionero.
La historia de la salvación nos revela una experiencia religiosa de relación de Dios con los hombres, su enseñanza ilumina todas las realidades humanas porque es la persona humana integral la que hay que salvar. Sin embargo, no podemos buscar en la Sagrada Escritura un programa político ideológico. No lo encontraremos. Pero sí nos revelará la Verdad humana con su más alta dignidad: ser creados por Dios y ser sus hijos, esto ilumina la vocación de comunión fraterna por el Bien Común. Ahí encontraremos, sin dudas, los fundamentos más profundos de la política y de todas las realidades humanas.
Rehabilitación ética
El encuentro con Jesús nos ayudará a la rehabilitación ética de la política, que es el gran reto para la Iglesia frente al problema político de Venezuela, para ello es necesario motivar a los laicos para que asuman las responsabilidades públicas, creando espacios de participación de la sociedad civil –las clases populares– promoviendo un desarrollo integral.
La formación ética cristiana debe colocar como objetivos: el logro del Bien Común, la creación de oportunidades para todos, la lucha contra la corrupción, el reconocimiento de todos los ciudadanos, para ello es importante trabajar la cultura de la responsabilidad, donde todos se involucren buscando aplicar la DSI (Aparecida 406).
Relevos
Es necesario presentar el verdadero rostro de la política, como servicio inestimable al Bien Común de la colectividad y como decía san Pablo VI “la mayor expresión de la caridad”. Para ello, es preciso una nueva generación de dirigentes sociales y políticos. Un relevo en la Clase Dirigente a diversos niveles de la vida pública, que se apasionen por los sectores menos favorecidos.
Una Clase Dirigente con carisma, talante y experiencia para conectar con sabiduría las necesidades y esperanzas del cuerpo social. Esto para contrarrestar a sectores ideológicos que pretenden siempre gobernar para el pueblo, pero sin Él, cayendo en el populismo.
Para ello, necesitamos dirigentes libres de toda tendencia de autoritarismo, con la magnanimidad de quienes buscan mayor justicia y verdad, junto a la reconciliación y el perdón, capaces de suscitar una mayor implicación, movilización y participación democrática de personas, cuerpos intermedios, fuerzas sociales, culturales y religiosas en la construcción de Venezuela.
Compromiso
Se busca que muchos laicos desde la fe cristiana cultiven el valor del servicio en la actividad pública, con sencillez de vida, prudencia, pertinencia, valentía y honestidad. Aquí nos queda un desafío a todos los que buscamos en Jesús y su doctrina la Verdad para iluminar las realidades sociopolíticas de nuestro país.
Pbro. Jhonny Zambrano