Los santos reconocidos como los guías en el camino a Dios representan la columna espiritual de la iglesia por ser los encargados de exteriorizar la senda que nos acerca a la fe y a la entera necesidad de seguir los pasos que Dios desde su inmensa sabiduría e indulgencia nos muestra.
El papa Francisco en el año 2015 aseveró que San Pedro y San Pablo representan un baluarte para la iglesia puesto que sus vidas, entregadas a evangelizar, dejaron una huella indeleble en los corazones de innumerables personas quienes han ido de generación en generación colmando de buenaventura el corazón del amor a Dios.
“Son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios; son nuestra guía en el camino de la fe y de la santidad; ellos nos empujan hacia Jesús, para hacer todo aquello que Él nos pide”.
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Las acciones promulgadas por San Pedro quien, en su época, con el ejemplo, motivó a llevar una vida de entrega a Dios y una vida en concordia con el prójimo es parte de esa exaltación al respeto y obediencia que todos los buenos cristianos debemos aplicar en este paso intermitente llamado vida.
En el caso de San Pablo, siguió posteriormente esa enseñanza y la replicó en los confines del mundo para que se gestará en nombre de Dios el respeto, cumplimiento y aplicación de hábitos cristianos que enaltecieran la iglesia y dieran una sonrisa de plenitud a nuestro señor Dios.
De allí que el Sumo Pontífice, exclamó: “la gloriosa herencia de estos dos apóstoles es motivo de espiritual orgullo para Roma y, al mismo tiempo, es un reclamo a vivir las virtudes cristianas, en modo particular la fe y la caridad: la fe en Jesús como Mesías e Hijo de Dios, que Pedro profesó primero y Pablo anunció a la gente; y en la caridad, que esta Iglesia está llamada a servir con un horizonte universal”.
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Los análisis historiográficos y exegéticos señalan que San Pedro y San Pablo fallecieron en Roma bajo el gobierno de Nerón, y según la tradición católica, el 29 de junio se celebra el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias.
¿Quién fue San Pedro?
Pedro, el amigo frágil y apasionado de Jesús, fue el hombre elegido por Cristo para ser “la roca” de la Iglesia. Trasladándose de Jerusalén a Antioquía, fundó su comunidad cristiana. Posteriormente fijó su residencia en Roma. Aceptó con humildad su misión hasta su muerte como mártir. Su tumba en la Basílica de San Pedro en el Vaticano es meta de millones de peregrinos que llegan de todo el mundo.
¿Quién fue San Pablo?
Pablo, el perseguidor de cristianos, era conocido como Saulo de Tarso antes de su conversión. Luego del encuentro con Cristo continuó hacia Damasco donde fue bautizado. Es reconocido como el apóstol de los gentiles, un modelo de evangelizador para todos los católicos porque después de encontrarse con Jesús en su camino, se pasó el resto de su vida predicando el Evangelio.
Carlos A. Ramírez B.-