Los detalles, el acabado y la materia prima de calidad son la carta de presentación de Synergia, un emprendimiento instaurado desde hace dos años, en plena pandemia, que tiene como premisa, el apoyo irrestricto por el avance y desarrollo del país y la fórmula idónea para considerar que la independencia es un accionar que todos requieren y necesitan en esta época donde la resiliencia está presente.
Vanessa Herrera es una diseñadora que se mantiene en construcción, su emprendimiento, dedicado a la confección de lencería y ropa interior ha ido evolucionado, desde hace una década, cuando apoyada por su hermana y su tía compró la primera máquina de coser e inició el primer curso de formación.
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“Todo comenzó haciendo un curso de ropa para caballero y terminé de ropa para dama (…) por videos en internet me fui perfeccionando (…) después me dediqué a dar clases, enseñé por cinco años más o menos a confeccionar ropa íntima”.
Herrera subrayó que pese a que en un principio no la motivaba este oficio posteriormente se convirtió en su pasión, pues descubrió que tenía una capacidad superior para las creaciones en este rubro.
“Hace años hice ropa interior y la vendía y fue muy lucrativo, después me dediqué a enseñar y en medio de la pandemia, entre el encierro, tomé todas las telas que tenía y los otros elementos y me puse a trabajar, fue allí donde nació la idea de consolidar el emprendimiento, dejé de formar a otros y me dediqué solo a desarrollar mi idea”.
Constancia
Como parte de un accionar positivo en Synergía convergen la constancia, el trabajo continuo y un entusiasmo que deriva en formación, atención y la creación de productos que nada tienen que envidiarle a ninguna casa productora de alta gama.
Herrera quien se erige como diseñadora defiende la tesis del trabajo autónomo como parte de un apoyo que se da de manera directa e indirecta al país, por eso detenerse no es una opción. Su elección es la labor diaria para cristalizar sus sueños.
“Es una pasión, realmente cuando no lo hago busco la manera de hacer algo, no puedo dejar de hacerlo, de coser, porque es algo que me gusta (…) por eso trabajo 10 horas diarias nunca me detengo, siempre estoy produciendo”.
Aduce que el rubro que escogió es muy peculiar en el sector femenino pues siempre está en constante transformación y en la búsqueda de nuevas fórmulas de desarrollo y gusto.
“La ropa interior es algo que las mujeres siempre están cambiando, es más frecuente que una mujer cambié de ropa interior que un hombre, inclusive hasta los mismos niños”.
Autonomía
¿Cómo nace la autonomía laboral que practicas?
Nunca me acostumbré o me ha gustado trabajar para alguien más (…) además siempre me han gustado las manualidades me la pasaba haciendo cintillos, decoré zapatos (…) la costura viene de mi familia, realmente mi hermana y mi tía fueron quienes me enseñaron a coser (…) La primera máquina que compré fue incentivo de mi tía yo le decía que para qué si no me gustaba y terminé convirtiéndolo en oficio.
¿Se es autónomo e independiente sin capital?
Con ganas, entusiasmo, el querer hacer las cosas (…) si tú me preguntas cual fue mi capital para comenzar te digo que fue poco y como no podía salir a buscar la materia prima (pandemia) aquí o en Colombia, busqué quien lo hiciera y ahí fue que tuve hilos, telas, encajes, cauchos y con eso fue que arranqué (…) con mis ganas”.
¿Se avanza con los emprendimientos?
Sí se avanza, por eso me veo a mediano plazo delegando, aunque me cueste, quiero que quienes se unan a mi proyecto tengan el mismo criterio que tengo yo para hacer las cosas, no quiero que se hagan las cosas por hacer, no quiero a alguien que trabaje por trabajar, sino que le guste todo lo que está haciendo”.
¿Aspiraciones para el futuro?
Mi meta es llegar a un centro comercial conocido donde se expongan mis piezas (…) yo estoy segura que con la calidad que yo tengo y mi sobresaliente producción en el mercado de la lencería y ropa interior voy a llegar (…) la diferencia de mi producto se traduce en calidad, terminaciones, material de trabajo y el amor que le pongo a cada pieza que produzco.
Emprendimiento
La diseñadora en ascenso reiteró que la importancia de emprender radica en tener las metas precisas para concretar los objetivos que se fijan; en su caso particular, la pasión lidera cada paso que da y con ello, ha visto resultados que hasta ahora han generado una infinidad de logros.
“Si es ideal emprender en Venezuela porque es participar en la evolución en el crecimiento del país, es no estancarnos en lo cotidiano en decir aquí no sirve, aquí no hay nada, nada funciona, eso es mentira, cuando cambiamos la visión todo es diferente (…) no te voy a decir que nos vamos a volver millonarios de la noche a la mañana, porque hay momentos críticos, si hay momentos en que uno como emprendedor llora, dice no puedo más hasta aquí llegué, eso ocurre muchas veces, pero se puede salir, superarse buscando el enfoque”.
Asevera que cada negocio, plan económico doméstico o propuesta para independizarse es un aporte necesario en esta Venezuela que hoy día está ávida de cambios y de nuevas caras.
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“Es bueno emprender, primero porque estamos en una situación país donde permanecemos viendo noticias y pensando qué vamos a hacer, y si tenemos la cabeza desocupada es una cabeza llena de problemas; segundo, es evolucionar, crecer, es ayudar al país y tercero, es tener independencia para quitarse el quince y último que en cualquier momento se acaba”.
El apoyo entre todos es también una de las características que Herrara asume como importante para emprender, unirse es también parte del desarrollo, acota, y es allí donde radica el secreto del éxito.
“Estamos para darnos la mano, de hecho mi emprendimiento nace con una idea que aún mantenemos (…) nosotros buscamos personas, buscamos mujeres que deseen vender mis productos, ellas forman parte de mi red de distribución y comercialización”.
Carlos A. Ramírez B.