La Eucaristía fue presidida por el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Mons. Lisandro Rivas, acompañó el padre Jairo Clavijo párroco, el diácono Gabriel Pernía, servidores, confirmandos, y el pueblo fiel de Dios
“Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones”