Los santos reconocidos como los guías en el camino a Dios representan la columna espiritual de la iglesia por ser los encargados de exteriorizar la senda que nos acerca a la fe y a la entera necesidad de seguir los pasos que Dios desde su inmensa sabiduría e indulgencia nos muestra.
La obra del Pan de San Antonio es tal vez la más antigua obra caritativa de la Iglesia católica de las que hoy existen y una de las más importantes instituciones sociales no gubernativas del mundo.
Fernando de Bulloes y Taviera de Azevedo es el nombre originario de San Antonio de Padua, un santo a quien le acuñan su capacidad excepcional de prédica, memoria indiscutible para entregar el mensaje evangelizador y la potestad divina de hacer milagros.