La vida realmente es tan solo un soplo, por ello, no solo se trata de aceptar que la muerte llegará, sino que, además, esta vida pasa muy rápido y esto también, cuantos más años van pasando de nuestra vida, más claridad tenemos
El amor es más fuerte que el mal. Debemos hacer silencio para poder escuchar el grito de inocencia de Dios que dice “No fui yo quien inventó la muerte, no fui yo quien inventó el mal, no fui yo quien inventó el dolor
La invitación es a vivir una vida de gratuidad, esperanza y asombro. Recuperar los deseos buenos que nos impulsan a soñar, luchar y conseguir incluso con mucho sacrificio lo que es bueno, verdadero y bello para nuestra existencia
Puede parecer esto un discurso triste y fatalista, porque pareciera que lo único seguro en la vida es la muerte. Es necesario saber que el deseo y los límites constituyen dos aspectos inseparables, van siempre juntos