San Juan Pablo II reconocerá que su fe sufrió una profunda renovación cuando se redescubrió a la luz del conocimiento que irradiaba esta nueva piedad mariana. No se trataba ya de la fe a la que se abrazó con absoluto abandono aquel niño polaco, sino una devoción madurada por la oración, el estudio y la determinación de vivir la existencia desde la mirada de María
“Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que les ha dejado para subir al cielo volverá como le han visto marcharse.” (Hch 1, 11)
Estos tiempos llenos de amenazas de todo tipo y naturaleza, de confusiones, odios, violencia y superficialidades, son propicios para volver a María, ya que ella nos acerca amorosamente a las fuentes de la vida, como escribe el autor: a la vida sin adjetivos, es decir, a la Vida. María es maestra de esperanza contra toda esperanza
Todos los cristianos, en cuanto han sido regenerados por el agua y el Espíritu Santo, han sido constituidos nuevas criaturas, y se llaman y son hijos de Dios, tienen derecho a la educación cristiana.
Proyectar una formación orgánica y especializada del mundo de la acción política que integre al pueblo a esta misión, supone contar con asesores y equipos pastorales especializados que faciliten el acompañamiento pastoral y espiritual de la Clase Dirigente.
Si bien es cierto, la Madre María Félix, fundadora de la Compañía del Salvador y los colegios Mater Salvatoris, no desarrolló formalmente un sistema pedagógico concreto, dejó muchas pistas para la elaboración de uno que tuviera a Jesucristo como centro vital, dado que tuvo claro, casi desde la infancia, que nada es pobre si Cristo está presente
Para hacer buena acción política no basta solo la intención sincera de aportar. Quienes encuentran en la fe una motivación para ejercer una responsabilidad social o política, pueden ser víctimas del propio proyecto y llegar a ciertas modalidades semipelagianas de comprensión del cristianismo