El obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Lisandro Rivas expresó su alegría por el anuncio de la Santa Sede sobre la canonización de la Madre Carmen Rendiles, la primera santa venezolana.
“Es una gran alegría para nuestra Iglesia ver la acción de Dios a través de esa Hermana en el pueblo venezolano y en el mundo, a través de la congregación religiosa que el Señor le inspiró a Madre Carmen, como son las Siervas de Jesús”,dijo.
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Explicó que estas religiosas acompañan a los ministros ordenados y propagan la adoración eucarística, que es el centro de la vida cristiana.

«Es hermoso ver cómo está mujer caraqueña que dejó acompañar por la acción de Dios e hizo su voluntad, hoy es reconocida como una mujer santa».
Señaló que los santos están para interceder ante Dios, fuente de todo bien. Es así como Madre Carmen seguirá ayudando a su pueblo.

El obispo resaltó que el Papa Francisco nos ha mirado con misericordia al aprobar la canonización de Madre Carmen.
Puntualizó que está bendición representa también un desafío, tal es, asumir el reto de la santidad desde lo ordinario, desde la tarea que cada uno realiza. Es igualmente un signo de esperanza y una motivación particular para la mujer venezolana.