La soberbia muestra su rostro en la Iglesia, llamada a ser mansa y humilde. La soberbia que nos conduce a errar como ovejas, cada uno siguiendo nuestro camino. La soberbia es una noche oscura y la noche, meditaba Benedicto XVI: “es símbolo de la muerte, de la pérdida definitiva, de comunión y de vida”. Precisamente por eso es la esencia del pecado
El maestro nos transmite la realidad de la reconciliación a través de una de sus parábolas. El hijo menor, envalentonado por su juventud, pide la parte de su herencia y se va a correr el mundo. Allí pierde todo y no le queda más que reconsiderar y decidir volver donde su padre
Para comprender adecuadamente Evangelii Nuntiandi, es necesario situarlo en el contexto histórico de la década de 1970. Este periodo estuvo marcado por una serie de transformaciones sociales, como el crecimiento del secularismo, la crisis de las instituciones religiosas y un creciente pluralismo cultural
a soberbia es una noche oscura y la noche, meditaba Benedicto XVI: “es símbolo de la muerte, de la pérdida definitiva, de comunión y de vida”. Precisamente por eso es la esencia del pecado
El templo parroquial Santa Bárbara de Rubio se levanta con imponente figura y firmeza, ello permite entonces pensar en la grandeza -obviamente superior- del Creador de todas las cosas